En GESFOR somos conscientes de la importancia de la presencialidad en la formación. Ya sea por falta de tiempo o de autodisciplina, hay personas que no son capaces de llevar una rutina estudiando. También hay otro tipo de formaciones, como por ejemplo un curso de corte de jamón o uno de maquillaje, que necesitan sí o sí de estar presentes para aplicar las técnicas.
Las clases presenciales son como un laboratorio de ideas en el que los mejores resultados surgen de la colaboración y el trabajo conjunto. La resolución de problemas, dudas y, por supuesto, la creación de proyectos, serán situaciones mucho más enriquecedoras que cuando has de enfrentarte a ellas tú solo.