En el mundo laboral actual, donde la adaptabilidad y la mejora continua son claves, la formación bonificada se presenta como una herramienta muy valiosa. Sin embargo, no todos los cursos aportan el mismo valor. A menudo, muchas empresas caen en la trampa de formar por cumplir, invirtiendo tiempo y recursos en formaciones que no se traducen en mejoras reales para el equipo.
¿Cómo evitarlo? Eligiendo formaciones prácticas, orientadas a resolver problemas reales del día a día.
¿Qué entendemos por “formación útil”?
Una formación útil es aquella que permite aplicar lo aprendido desde el primer momento. No se trata solo de acumular certificados, sino de incorporar conocimientos que optimicen procesos, mejoren habilidades y resuelvan situaciones concretas.
Un curso de Excel que enseñe cómo automatizar informes reales de la empresa.
Una formación en comunicación que ayude a gestionar conflictos internos de forma efectiva.
Una capacitación en prevención de riesgos que se base en casos reales del sector.
Claves para elegir una formación con impacto
Detecta necesidades reales
Antes de buscar cursos, pregúntate: ¿qué problema concreto queremos resolver? ¿Qué tareas podrían mejorar si tuviéramos nuevas herramientas o conocimientos? La formación debe ser una respuesta, no un trámite.
Involucra al equipo
Consulta con las personas que van a recibir la formación. Ellas conocen de primera mano los retos del día a día. Su participación garantiza que el contenido tenga sentido y utilidad.
Prioriza la práctica
Escoge formaciones que incluyan casos reales, ejercicios aplicados y metodologías activas. La teoría es necesaria, pero la práctica marca la diferencia.
💡 Ejemplo real: Un restaurante de tamaño medio en Cádiz detectó que las quejas de clientes se repetían por demoras en el servicio. En lugar de hacer una formación genérica de atención al cliente, optaron por un curso práctico centrado en la coordinación entre cocina y sala, usando simulaciones con situaciones reales del local. Resultado: en menos de un mes, mejoró el tiempo de servicio y las valoraciones online subieron notablemente.
Evalúa resultados
Una buena formación se nota. Observa si, después de la formación, hay mejoras tangibles: tareas que se hacen más rápido, menos errores, mejor ambiente… Eso indica que la inversión ha valido la pena.
En Gesfor S.L. te ayudamos a formar con sentido
En Gesfor Formación, nuestro objetivo es claro: ayudarte a que la formación bonificada sea una palanca de cambio real. Analizamos contigo tus necesidades, diseñamos propuestas a medida y te acompañamos durante todo el proceso, para que tu equipo aprenda lo que realmente necesita… y lo aplique desde el primer día.
